Después
de la oferta de renovación, venía la oferta de verano que solía consistir en
vinos blancos y jóvenes. En verano la gente quieres cervezas, tintos de verano
y blancos, pero no piensan en vinos tintos. Gran error. Si se consumen a la
temperatura correcta, los vinos tintos en veranos son una delicia, quizá más jóvenes
que se pueden enfriar más, pero un crianza a 16 o 17 grados esta fantástico. Si
lo consumimos a 35 grados, desde luego es un horror. En fin, esta oferta solíamos
acompañarla de alcachofas en conserva, bonito del norte y alimentación de este
estilo que apetece mucho en esta época del año. En principio las estrellas eran
un Verdejo y un Sauvignon Blanc de Rueda, pero poco después, anadinos un
Albarino que se elaboraba especialmente para nosotros y que era una verdadera
delicia. Para evitar que los cofrades (así llamábamos a los socios) se
aburrieran, había que mantener una base que muchos de ellos repetían año tras año,
pero tambie3n necesitábamos innovar para captar mentes inquietas J
En
septiembre volvían los vinos más serios a la vuelta de las vacaciones y
entraban crianzas y algunos reservas. Una oferta poco especial, pero que funcionaba
muy bien, ya que la gente no había comprado muchos de estos vinos en unos meses
y se consumían bien.
A mediados
de Octubre, llegaba uno de los grandes inventos de la bodega. Un vino llamado
Cabeza de Cuba. El vino, no era más que un crianza de mucha calidad, pero habíamos
montado toda una historia de Marketing, donde se explicaba que se elaboraba con
un método de sombrero sumergido, que era cierto, pero no muy diferente del
resto de nuestros vinos. La idea provenía de los vinos franceses que llaman “Tete
de Cuvée”. En realidad son la primera prensa de las uvas y generalmente de
mejor calidad, pero este concepto nos parecía poco y se generó toda la historia
alrededor de ello. Se etiquetaba de
forma diferente y se le llamo Cabeza de Cuba. También se limitaba a una caja
por socio ya que eran unidades limitadas. Esto era cierto, pero si alguien quería
más, se le ponía en una lista de espera que casi siempre se podía servir al
final de la oferta.
La última
parte del año era muy intensa y cada mes, sacábamos una oferta diferente. El hecho
de tener conceptos distintos, hacía que se vendieran, independientemente de
estar muy cerca unas de las otras. A mediados de Noviembre se enviaba la oferta
de Navidad, donde se sacaban cajas especiales, mucho gran reserva y lotes de
regalo para esta época. Esta era una oferta que funcionaba bien por si sola. En
Navidad, a todo el mundo de gusta tener vino en casa, e incluso la gente que no
consume mucho vino durante el resto del año, ahora compraban mas.
Después
llegaba Enero, y vuelta a empezar con las anchoas. Así estuve 4 años donde como
decía, me lo pase en grande.
Una de
las cosas más divertidas era el análisis de la Base de Datos. El éxito o
fracaso, dependía de lo que supiéramos de nuestros clientes para poder predecir
cómo se iban a comportar y saber hasta dónde podíamos arriesgar. Me di cuenta
de lo alucinantemente predecibles que somos si se saben analizar los datos. Éramos
capaces de saber con un 10% de error, los pedidos que iban a entrar día a día y
con esos datos, poder organizar el Call Center.
En fin,
pasamos página y más adelante contare algún caso concreto de captación muy
curioso o los análisis que hacíamos en detalle.
Justo al
cumplir 4 años y debido al cambio de presidencia en el grupo y no tener grandes
retos por delante, acepte una oferta para trabajar en Philips como Marketing
Services Manager en Electrónica de consumo. Con lo que a mí me gustan los
trastos electrónicos, no me pude resistir. Así que allí me fui. La próxima semana
más…
En las fotos podeis ver como eran y como quedaron las nuevas etiquetas.
Gracias por la explicación; soy cliente de "cabeza de cuba" Samaniego y no conocía los detalles . En cierta ocasión elaboré vino en casa , naturalmente en cuanto creí que había decantado saqué de la parte superior los primeros vasos que la ilusion me hicieron creer insuperables.Cuando la denominación cabeza de cuba lo relacioné con mi experiencia y creí firmemente que esa era la selección. De cualquier forma el vino Samaniego es excelente
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